sábado, octubre 28, 2006

Fiesta en la casa de la familia Molina


La familia Molina Matta seguía la celebración el sábado en Puerto Rico tras la victoria de los Cardenales de San Luis en la Serie Mundial porque su hijo, el receptor Yadier Molina, fue una de las figuras claves para derrotar a los Tigres de Detroit.
"Estamos muy contentos por la victoria de San Luis y de Yadier. Todavía estamos celebrando", dijo el sábado Gladys Matta, la madre del receptor de los Cardenales, en entrevista telefónica con la AP.
La fiesta comenzó la noche del viernes con la victoria de San Luis por 4-2, para llevarse la serie 4-1, y continuó el sábado en el sector Kuilán del pueblo de Dorado, a 27 kilómetros al oeste de la capital.
"Aunque la mayoría de los puertorriqueños querían que ganara Detroit, aquí en nuestro barrio todos estaban con Yadier", agregó.
Los puertorriqueños se identificaron más con Detroit porque tiene en sus filas a uno de los héroes deportivos de Puerto Rico, el receptor Iván Rodríguez.
"Cuando terminó el juego, empecé a gritar, nos abrazamos y la gente del barrio comenzó a llegar a la casa para celebrar", dijo Matta.
Tras la celebración, Yadier llamó por teléfono a sus padres y estuvo acompañado de otro hermano receptor, José, de los Angelinos de Anaheim, quien fue a San Luis para ver los partidos finales.
"Yadier me dijo que estaba contentísimo, porque siempre anheló tener una sortija de campeón mundial, porque ya sus hermanos la tenían. Ahora la tienen los tres", añadió la progenitora.
Bengie y José eran catchers en los Angelinos cuando esa novena ganó la Serie Mundial del 2002.
"Dios ha bendecido mi hogar porque mis tres hijos son catchers en grandes ligas, y ahora los tres tienen sortijas de equipos campeones de Serie Mundial", dijo.
28/10/2006 11:56

Molina emula a sus hermanos


Yadier Molina ya no tendrá que aguantarle a sus hermanos las bromas por ser el único del trío de receptores puertorriqueños sin un anillo de Serie Mundial.
La familia Molina ahora tiene a tres campeones del Clásico de Otoño en menos en un periodo de cuatro años, ya que Bengie y José lo hicieron con los Angelinos de Anaheim en 2002.
¿Ahora que lo ganó, tendrá Yadier ganas de comparar anillos con sus hermanos mayores?
"La verdad que no", dijo bañado en champaña en medio de la celebración de los Cardenales de San Luis tras ganar su décimo título de Serie Mundial tras derrotar en cinco juegos a los Tigres de Detroit. "Me siento orgulloso de que ellos hayan ganado y unírmeles".
El premio al jugador más valioso de la serie fue para el torpedero David Eckstein, pero Molina acumuló los méritos para recibirlo.
Un bateador de .216 en la campaña regular, Molina disparó tres hits en el quinto y definitivo juego. Su promedio en la serie fue de .438 al irse con siete imparables en 16 turnos.
"No hay un solo jugador más valioso. Somos los nueve que salen a jugar todos los días", dijo Molina, quien tras atrapar el último strike del relevista Adam Wainwright tiró al aire su careta y se fundió en un abrazo con el lanzador.
"Todos nos daban para perder, pero yo confié en el equipo y jugamos con el corazón", indicó.
Fue una postemporada superlativa para el jugador de 24 años, ya que también conectó el jonrón de dos carreras en la alta del noveno que le dio a las Cardenales la victoria en el séptimo juego de la serie de campeonato de la Liga Nacional sobre los Mets de Nueva York.
Súbitamente, un hombre que apenas había disparado 16 jonrones en 937 turnos en su carrera se había convertido en un peligroso artillero que con cada viaje al plato hacía vibrar a los fanáticos de San Luis.
Molina dijo que nunca se sintió obligado a demostrar la clase de bateador que es.
"En ningún momento me preocupe por mi ofensiva. Yo sabía que puede batear", afirmó. "Sólo estaba pensando en ver la bola y hacer un buen swing"
Tampoco le encontró presión al verse en el escenario cumbre de una Serie Mundial.
"Desde las pequeñas ligas de Puerto Rico ya jugaba con el mismo ambiente de presión de una Serie Mundial ... Cuando están tocando la tambora, se siente lo mismo", dijo. "Yo vengo jugando desde niño. Lo he visto siempre como un juego, sin tener ningún temor".
27/10/2006 23:41

San Luis se burló de los pronósticos


Se decía que cualquier equipo que saliera de la Liga Nacional sería presa fácil del rival de la Americana en la Serie Mundial.
Los Cardenales de San Luis hicieron caso omiso de ese vaticinio y la realidad el que sean campeones por primera vez en 24 años no constituye una sorpresa mayúscula.
"Todos decían que nos caímos en la primera ronda. Mucha gente se equivocó con nosotros", dijo el inicialista dominicano Albert Pujols.
San Luis perdió nueve de sus últimos 12 juegos en la temporada regular y recién en el último día aseguró el banderín de la división Central.
Pero su ingreso a la postemporada pintaba para ser efímero.
La ofensiva dependía excesivamente de Pujols, el único abridor fiable era Chris Carpenter y tuvieron que improvisar con Adam Wainwright como cerrador en cuando el titular Jason Isringhausen pasó por el quirófano durante el último mes.
Dejando en el camino a los Padres de San Diego y luego a los Mets de Nueva York, los dirigidos por Tony La Russa avanzaron al Clásico de Otoño para enfrentar a los Tigres de Detroit.
La serie con Nueva York se fue al máximo de siete juegos, lo que los dejó con apenas 24 horas para tomar un respiro. Detroit, en cambio, estuvo en sala de espera durante una semana.
Se habló de que la Serie Mundial acabaría en barrida por tercer año consecutivo, pero resultó que los Cardenales tenían su maquinaria bien afilada.
"Fuimos la máxima expresión de lo que debe ser un equipo", dijo La Russa, el segundo manager en la historia que gana el campeonato con novenas de ambas ligas. "La defensa fue formidable. El pitcheo fue formidable. Bateamos oportuno. La banca fue la mejor que hemos tenido en mucho tiempo. Nadie tiró la toalla".
Lo que muchos dejaron inadvertido fue la trayectoria reciente de los Cardenales.
Desde el 2000, San Luis ha ganado su división cinco veces e igualó por la punta en otra ocasión. Tampoco han faltado en la postemporada en seis de siete años.
Es decir, los Cardenales habían demostrado hasta la saciedad su constancia.
También juegan en una ciudad con una gran tradición beisbolera _la casa de Stan Musial y Ozzie Smith_ y frente a una de las fanaticadas más fieles, responsable de llenar el Busch Stadium en cada uno de los partidos en su primer año.
Con 83 victorias, los Cardenales pasan a la historia como el equipo con menos triunfos en adjudicarse la Serie Mundial a costa de un rival como Detroit que ganó 95.
"El equipo que gana el campeonato es el que mejor que jugó", dijo La Russa.
La temporada regular de San Luis estuvo marcada por la adversidad.
Si bien Pujols disparó 49 jonrones y remolcó 137 carreras, se perdió un mes debido a una molestia en el costado. Mark Mulder, el otro as de la rotación, quedó inhabilitado por una lesión. El antesalista Scott Rolen, el torpedero David Eckstein y el jardinero central Jim Edmonds pasaron por la lista de lesionados.
"Fue una temporada de muchos altibajos, pero yo siempre dije que una vez en los playoffs se comenzaba de cero", declaró Pujols. "Nos olvidamos de todos los problemas para jugar la pelota que nosotros sabemos, al estilo de los Cardenales.
Y en la Serie Mundial no necesitaron de Pujols, que se fue .200 con un jonrón.
Para eso tenían a Eckstein, el más valioso del clásico con cuatro remolcadas en los dos últimos juegos. También al receptor puertorriqueño Yadier Molina, quien bateó para .216 en la temporada regular y lo hizo para .412 en la serie.
Jeff Weaver, un pitcher que los Angelinos de Los Angeles descartaron a mitad de año para darle cabida a su hermano Jared, ganó tres partidos en la postemporada.
Scott Rolen y Jim Edmonds, anulados totalmente hace dos años cuando fueron barridos por Boston en la Serie Mundial, encabezaron al equipo en hits (8) e impulsadas (10) en la última edición, respectivamente.
Ver semejante despliegue de sus compañeros le erizó la piel de Pujols, quien nunca se cansó de decir que prefería cambiar sus premios individuales por un anillo de campeón.
"Se me ha hecho realidad un sueño. Ya tengo el anillo y ahora puedo añadirlo a la vitrina de trofeos de mi casa", afirmó.
28/10/2006 10:07

MLB: La Russa gana segunda serie y primer desfile


El entrenador Tony La Russa va a tener por fin su desfile.
El apenas segundo entrenador después de Sparky Anderson que en los alrededor de 130 años que tiene el béisbol de Grandes Ligas ha ganado una Serie Mundial en las dos ligas todavía no sabe la fecha o el lugar del desfile.
En realidad, los detalles de la parada ni siquiera cruzaron por su mente mientras la champaña corría la noche del viernes en la sede de los Cardenales de San Luis luego de ganar 4-2 a los Tigres de Detroit y a su buen amigo Jim Leyland.
La Russa se apresuró a celebrar cuando la última bola rápida de Adam Wainwright en el partido ponchó a Brandon Inge. Permitió que sus jugadores liberaran sus emociones y compartió abrazos fugaces en la caseta con sus asistentes y un abrazo prolongado con su esposa, Elaine. Luego caminó lentamente hacia el montículo, volteó la mirada hacia la banca de Detroit y hacia Leyland y les rindió un saludo de tributo con su gorra en la mano.
"Estoy haciendo un buen trabajo al mantener unido al equipo", dijo. "Me siento muy alegre. Estoy muy feliz por los muchachos aquí presentes. Tuvimos muchos muchachos sin un anillo, y esta es una experiencia que nunca olvidarán. La más grande".
Eso significa mucho para La Russa y también mucha suerte de que lo admita. Pero también se recuerda el número en el uniforme que exigió La Russa en 1996 cuando llegó a San Luis _el número 10_ que es precisamente la cantidad de campeonatos que ahora suma la franquicia.
La Russa no tuvo un desfile, al menos no adecuado, cuando ganó su primer anillo en la serie que fue interrumpida por el terremoto de 1989. Entonces, estaba con el equipo de Oakland que tampoco recibió el suyo. Esa victoria solitaria de los Atléticos de La Russa llegó entre un par de derrotas en series mundiales _ante los Dodgers en 1988 y con los Rojos en 1990.
El Jugador Más Valioso de la Serie Mundial recién concluida, David Eckstein, recordó después del triunfo uno de los tribunos que más aprecia de La Russa. "Jugamos con la mente fría sin importar el estado de la situación. Peleamos hasta el final y nunca nos rendimos, y afortunadamente, lo logramos".
28/10/2006 01:23

MLB: Lanzadores de Tigres aportan a su derrota en Serie Mundial


Los lanzadores de Detroit realizaron una importante aunque irónica contribución para que los propios Tigres desperdiciaran la oportunidad de ganar su primera Serie Mundial desde 1984.
Con cinco errores en cinco partidos, fueron los causantes del peor daño cuando San Luis derrotó 4-2 a Detroit para conquistar la Serie Mundial en cinco encuentros el viernes.
El Clásico de Otoño fue marcado también por varios errores en atrapadas, incluidos cinco de los lanzadores de los Tigres.
En la cuarta entrada, el derecho de Detroit Justin Verlander fildeó bien un toque del picher Jeff Weaver, saltó y lanzó la pelota fuera del alcance del tercera base Brandon Inge, lo cual permitió que San Luis anotara la carrera del empate y luego una carrera decisiva.
"No puedo creer lo que hice", dijo Verlander. "Simplemente lo eché a perder".
El error fue el segundo de Verlander en la serie, el octavo del equipo y el quinto de un lanzador _dos más de la peor actuación que haya tenido un cuadro de serpentineros en toda una Serie Mundial. En los 162 partidos de la temporada regular, el equipo de lanzadores de los Tigres cometieron en total 15 errores.
"En la Liga Americana no hay muchos toques ni cosas parecidas", dijo el piloto de Detroit Jim Leyland. "Sabíamos que íbamos a hacer esto en esta serie, así que trabajamos en ello durante el tiempo que tuvimos disponible y con toda franqueza no lo cumplimos en la Serie Mundial".
"Soy responsable y acepto mi responsabilidad. Mi trabajo es tener listo al equipo", señaló.
La noche del viernes fue la segunda en que un lanzamiento errado de un picher favoreció una victoria de los Cardenales. El jueves, el dominicano Fernando Rodney atrapó un toque de sacrificio del bateador emergente So Taguchi y lanzó la pelota muy por encima de su compatriota Plácido Polanco en la primera base. Así anotó David Eckstein, quien se había embasado cuando el jardinero central Curtis Granderson no pudo atrapar un elevado al resbalar mientras lo buscaba.
En el quinto y último partido, Verlander tuvo también dos lanzamientos descontrolados en el primer episodio y empató un récord en Serie Mundial.
El mal lanzamiento de Verlander en la cuarta entrada no fue el primer error del quinto partido. Ese llegó en el segundo inning cuando Inge equivocó un lanzamiento a la primera base al recoger una pelota bateada por Eckstein.
Los Tigres volvieron a tener problemas con el fildeo en la séptima entrada cuando el paracorto venezolano Carlos Guillén batalló para retomar una pelota perdida ante un batazo de Eckstein. Eso permitió a los Cardenales una ventaja de dos carreras con un sencillo de Scott Rolen.
"Cuando tu regalas cuatro outs al otro equipo, los otros van a ganar", dijo el receptor puertorriqueño Iván Rodriguez de Detroit. "Eso fue lo que sucedió".
28/10/2006 00:16

Los Cardenales ganan su décima Serie Mundial


Los Cardenales de San Luis, un equipo que hace un mes estuvo al borde de quedar fuera de los playoffs, ganó la décima Serie Mundial de su historia al vencer el viernes 4-2 a los Tigres de Detroit.
Jeff Weaver lanzó una joya monticular al cubrir ocho innings para llevarse la victoria, su tercera en la postemporada.
Adam Wainwright hizo abanicar el tercer strike a Brandon Inge para sellar la victoria de San Luis y desatar la algarabía en su casa del Busch Stadium ante 46.470 fanáticos teñidos de rojo.
Yadier Molina, que anotó dos carreras y disparó tres hits, fue uno de los faros del ataque de San Luis, en otro partido en el que los errores defensivos de Detroit cavaron su propia fosa.
Al imponerse cuatro juegos contra uno, San Luis desbarató los pronósticos que apuntaban a que los Tigres se los llevarían por delante en el Clásico de Otoño.
Detroit llegó a la serie con una semana de descanso tras ganar siete partidos consecutivos, pero la inactividad pareció su peor enemigo, al cometer ocho errores.
San Luis se proclamó campeón con todo y que su mejor artillero, el dominicano Albert Pujols, hizo muy poco en la serie. Pero contó con el inesperado resurgir ofensivo del puertorriqueño Molina, así como el aporte de Scott Rolen y David Eckstein, a la postre el más valioso de la serie.
"Le tapamos la boca a mucha gente", dijo Molina sobre los vaticinios de que no pasarían de la primera ronda.
El décimo título de los Cardenales, y primero desde 1982, les ubica en el segundo lugar de ese departamento. Los Yanquis de Nueva York, con 26 conquistas, es el equipo más laureado de la historia.
Con su récord de 83-78, los Cardenales son el equipo con la menor cantidad de victorias que gana la Serie Mundial. Minnesota ganó 85 en 1987 al vencer a San Luis ese año.
Además, el mánager Tony La Russa, campeón con los Atléticos de Oakland en 1989, pasó a los anales del clásico al emular a Sparky Anderson (Cincinnati y Detroit) como los únicos dirigentes en consagrarse con equipos de ambas ligas.
También fue la primera vez desde 1912, cuando los Medias Rojas se impusieron en el Fenway Park de Boston, que un equipo se adjudica la serie en casa en un estadio inaugurado en la misma temporada.
Llovió todo el día en San Luis, pero se despejó un par de horas antes del primer lanzamiento. La temperatura al inicio era de 8 grados centígrados (47 fahrenheit), pero se sintió más frío debido a una fuerte brisa.
Tratando de seguir con vida, el piloto de Detroit Jim Leyland mandó a lanzar a Justin Verlander, el novato de 23 años que perdió el primer juego. Inició con la brújula perdida al congestionar las bases con pasaporte y tirar un par de lanzamientos descontrolados.
Pero logró escapar bien librado tras 35 pitcheos. En cuenta de 3-2 y dos outs, el dominicano Ronnie Belliard conectó un roleta por el medio del cuadro interior que el torpedero venezolano Carlos Guillén recogió a tiempo y sacó al corredor por apenas un paso en la inicial.
San Luis logró adelantarse en el segundo, cuando Molina abrió con sencillo, avanzó a segunda con un toque de sacrificio de So Taguchi y luego a tercera con un roletazo de Weaver.
Eckstein conectó una batazo por la raya de la tercera base que Inge logró atrapar, pero su tiro a la inicial fue muy abierto, permitiendo que Molina anotara. A Inge se la acreditó el error, su tercero en la serie.
Weaver, un derecho que los Cardenales contrataron a mitad de temporada cuando los Angelinos de Los Angeles le dieron de baja para ascender a su hermano Jered, limitó a los Tigres a dos hits en los primeros tres innings.
Pero en un abrir y cerrar de ojos, Detroit le dio la vuelta en el cuarto. El guardabosques derecho Chris Duncan dejó caer un elevado de Magglio Ordóñez. Al siguiente lanzamiento, Sean Casey conectó un jonrón a las tribunas del mismo jardín.
Apilando más errores, los Tigres cedieron la ventaja inmediatamente.
Molina y Taguchi dieron sencillos con un out en la baja del cuarto. Weaver se sacrificó y Verlander tenía servido un out fácil en la antesala, pero tiró mal con lo que Molina anotó. Acto seguido, Eckstein remolcó a Taguchi con una roleta al campocorto, poniendo la pizarra 3-2.
Ocho de las 22 carreras permitidas por los Tigres fueron producto de errores. La de Verlander fue la quinta pifia de lanzador de Detroit en la serie, y la segunda en su cuenta personal.
"El equipo no pudo jugar a su mejor nivel", dijo Leyland. "No voy a poner excusas", dijo Leyland.
La fatídica secuencia de ese inning pareció ser la estocada definitiva que hirió de muertes a los Tigres, que se quedaron con las ganas de conseguir su primer campeonato desde 1984 y que hace tres años perdieron 119 juegos.
Verlander trabajó seis entradas en las que admitió seis hits y tres carreras, dos de ellas sucias, al cargar la derrota.
San Luis puso cifras definitivas en el séptimo gracias a un sencillo remolcador de Rolen, con dos outs, ante el relevista dominicano Fernando Rodney.
Weaver se anotó la victoria con una faena de cuatro hits y una carrera, incluyendo una sucia. Recetó siete ponches y transfirió a uno.
Wainwright, un novato que asumió el papel de taponero en el último mes de la temporada por la lesión del titular Jason Isringhausen, embasó a dos corredores, pero no perdió el aplomo para sacar el último out.
Por los Tigres, los venezolanos Magglio Ordóñez de 4-0 con una carrera anotada y Carlos Guillén de 4-0; el puertorriqueño Iván Rodríguez de 4-0 y los dominicanos Plácido Polanco de 3-0 y Alexis Gómez de de 1-0.
Por los Cardenales, el puertorriqueño Yadier Molina de 4-3 con dos producidas y el dominicano Ronnie Belliard de 4-0.
___
Detroit 000 200 000_2 5 2
San Luis 010 200 10x_4 8 1
Verlander, Rodney (7), Zumaya (8) y IRodríguez; JfWeaver, Wainwright (9) y YMolina. G_JfWeaver 1-1. P_Verlander 0-2. S_Wainwright (1). Jr_Detroit, Casey (2).
27/10/2006 23:42

MLB: Eckstein se engrandece con el premio al Jugador Más Valioso


El parador en corto David Eckstein ha sido considerado por algunos como un tipo suertudo o encantador, y ahora muchos vieron crecer su figura al conquistar el viernes el premio al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, la máxima presea individual de las Grandes Ligas.
El piloto de los Tigres Jim Leyland lo ve como un "muchachito apuesto".
El Jugador Más Valioso de la Serie Mundial del 2006 ha llevado a su madre a comer a la Casa Blanca, se volvió un admirador de Barry Bonds y contrajo matrimonio en el Mundo de Walt Disney.
Eckstein puede ser considerado suertudo, encantador o cualquier otra cosa, lo que sí es un hecho es que los Cardenales de San Luis están contentos de tener al mejor hombre del béisbol de su lado.
"Parecía irreal", dijo Eckstein a los enloquecidos aficionados en el estadio la noche del viernes. "Conseguimos el campeonato", señaló el jugador de una estatura comparativamente menor en las Grandes Ligas.
Eckstein se enfrentó a un comienzo difícil de cero bateo en 11 veces con el madero durante la serie contra los Tigres de Detroit. Pero al mostrar el verdadero espíritu de San Luis, el rubio joven maravilla venció la adversidad.
Conectó tres dobles y un sencillo para ganar el cuarto partido, y luego pegó dos sencillos y empujó dos carreras en el quinto partido que dio a San Luis el título de la Serie Mundial con la victoria 4-2 sobre Detroit.
Eckstein terminó la serie con registro al bate de 22-8 con cuatro carreras remolcadas y tres anotadas.
Cuando todo finalizó, abrazó a cuanto jugador se le puso enfrente en la mitad del diamante.
Entonces llegó el momento de levantar el trofeo al Jugador Más Valioso y recibir el premio que trae consigo: las llaves de un reluciente Corvette nuevo de color amarillo. El codiciado automóvil deportivo ingresó al campo de jugo y se detuvo en el flanco derecho de la posición que juega Eckstein.
"Este es mi primer automóvil que puede llamar mío desde el principio", dijo a los aficionados.
Puede ser un cuento de hadas, pero encajaron muy bien sus palabras con la ocasión. Eckstein se casó en noviembre con la actriz Ashley Drane _ que ha estado en "That '70s Show" y "That's So Raven" _ y la recepción de la boda tuvo lugar en el Mundo de Walt Disney en el espacio dedicado a Alicia en el País de las Maravillas.
Persona inquieta en la vida real, Eckstein es una máquina con movimiento perpetuo cuando le toca batear. Esgrime el madero sobre la cabeza y la espalda, y nunca deja de moverlo en círculos.
En el campo de juego, siempre también está en movimiento. Parece aprovechar cada chispa de energía para atrapar y lanzar la pelota bajo cualquier condición.
Sus habilidades lo han llevado en dos ocasiones al Juego de Estrellas y le han otorgado un segundo campeonato en Serie Mundial.
Eckstein impulsó a los Angelinos de Anaheim sobre San Francisco para llevarse la corona de la Serie Mundial del 2002 y fue invitado a la Casa Blanca, donde su madre conoció al presidente George W. Bush. Más tarde, en un banquete de premiación en Nueva York, Bonds le dijo a la madre de Eckstein, "tiene un gran hijo".
El jugador de 31 años de edad vio frenado su dinamismo esta temporada por lesiones en hombro, corva y costado. Sufrió también una conmoción cerebral y resultó tan afectado que no asistió al entrenamiento del lunes.
El viernes volvió a demostrar su valía en el campo en un momento de definiciones.
"Es el tipo más fuerte que he visto con uniforme de beisbolista", dijo el piloto de los Cardenales Tony La Russa.
27/10/2006 23:38

Los Cardenales ganan sin necesitar de Pujols


Cuesta creerlo, pero los Cardenales de San Luis ganaron su primera Serie Mundial en 24 años sin que Albert Pujols hiciese ruido con el madero.
Tres hits en 15 turnos y promedio de .200 fue la ínfima producción del toletero dominicano, el vigente jugador más valioso de la Serie Mundial.
Pero resultó que San Luis es mucho más que Pujols y por ello liquidó el Clásico de Otoño por 4-1 sobre los Tigres de Detroit con el aporte de un inspirado cuerpo monticular y la ofensiva de David Eckstein, Scott Rolen, Jim Edmonds y Yadier Molina.
Un guión inesperado, ya que los Cardenales asomaron en la postemporada con el peor récord (83-78) de los ocho equipos clasificados.
"Nadie creía en nosotros", dijo Pujols cargando a su hijo sobre sus hombros en el terreno del Busch Stadium. "Solo los 25 en el equipo, el manager y los coaches".
Con otra temporada sensacional, con 49 jonrones y 137 remolcadas, Pujols podría revalidar su corona de más valioso del Viejo Circuito.
Sin embargo, en la serie apenas conectó un jonrón y remolcó dos carreras. Su aporte resultó ser más importante con su guante en la inicial.
Hizo una jugada de lujo para el primer out del séptimo cuando atrapó un roletazo fuerte de Plácido Polanco. Tirado de espalda, le pasó la pelota a tiempo al lanzador Jeff Weaver, manteniendo sin hit en la serie a su mejor amigo y compatriota.
Pujols aseguró que los laureles individuales y las imponentes estadísticas pasaron a ser cosa secundaria.
"Yo conozco a varios jugadores que viven anhelando ponerse un anillo de campeón", dijo Pujols, recordando la amarga experiencia de hace dos años cuando sus Cardenales fueron barridos por los Medias Rojas de Boston en la Serie Mundial.
"Ahora sí, ese mal recuerdo pasa Al olvido. Ya conseguí mi anillo y eso es lo que más importa ahora", afirmó tras la victoria 4-2 sobre los Tigres de Detroit el viernes en la noche.
Pujols también le restó importancia a que se mencione el récord de la temporada regular y el que estuvieron a punto de dilapidar una amplia ventaja al frente de la división Central en las últimas semanas.
"Yo siempre dije que eso no tenía importancia porque en la postemporada se empieza de cero", dijo Pujols.
"Fue un año difícil porque tuvimos mucha gente lesionada, incluyéndome a mí. Esto fue un esfuerzo de todos", agregó.
27/10/2006 22:16

Cardenales se lleva la Serie Mundial; ganó 4-2 a Detroit

  • El lanzador Jeff Weaver dominó a los Tigres, que conectaron sólo 4 imparables
  • Justin Verlander falló un tiro a tercera que permitió la carrera de Yadier Molina

    El festejo por el triunfo de los Cardenales de San Luis al concluir el quinto encuentro del Clásico de Otoño Foto Reuters
    San Luis, EU, 27 de octubre. Los Cardenales de San Luis conquistaron el décimo título en su historia al derrotar esta noche en el quinto juego del Clásico de Otoño a Tigres de Detroit por pizarra de 4-2. Los pájaros rojos fueron guiados por Jeff Weaver, quien mantuvo a raya a los Tigres de Detroit durante ocho capítulos, limitándolos a cuatro imparables, recetando nueve ponches con una sola base por bolas.
    El equipo representante de la Liga Nacional se llevó la serie al ganar cuatro juegos a uno, luego de iniciar el Clásico de Otoño con un descalabro en Detroit. Jeff Weaver fue el lanzador ganador, mientras que Justin Verlander sufrió el descalabro.
    El derecho Weaver contó con el apoyo ofensivo de David Eckstein y Scott Rolen, quienes conectaron sendos imparables remolcadores, además de un error en tiro de su homólogo contrario Justin Verlander (0-2), finalmente el derrotado.
    El factor David Eckstein reapareció, con par de empujadas. Una en la segunda entrada para abrir el marcador y una más en la cuarta para romper un empate a dos carreras.
    Nuevamente los errores aparecieron en el fildeo de los Tigres. Justin Verlander tiró mal a tercera un intento de toque de sacrificio de Jeff Weaver para intentar sacar a So Taguchi, provocando el empate a dos, al permitir que Yadier Molina llegara a la registradora.

    Frente a frente los lanzadores Jeff Weaver(36) de los Cardenales y Justin Verlander(35) de los Tigres Foto Reuters
    Momentos después, Eckstein rodó al short, para que Taguchi timbrara la de la ventaja que jamás perderían los Cardenales de San Luis.
    Durante toda la serie el picheo abridor siguió dominando. Por mucho, los abridores de los Tigres de Detroit y los Cardenales de San Luis cumplieron con sus responsabilidades en los cinco partidos de la Serie Mundial.
    El jueves, Jeremy Bonderman, quien no subía al montículo desde hace 12 días, lució conectado, mientras que Jeff Suippan no estuvo tan concentrado como en la serie de campeonato contra los Mets de Nueva York, pero aún así tuvo una presentación decente.
    Bonderman permitió seis hits y dos carreras en 5.1 entradas. El derecho ponchó cuatro bateadores y regaló cuatro bases por bolas.
    Suippan, quien permitió una carrera y cinco hits en 15 entradas ante los Mets, aisló ocho imparables en seis entradas, en las que permitió tres carreras y abanicó a cuatro bateadores.
    Los lanzadores abridores de los Cardenales, la gran duda antes de comenzar la postemporada, con excepción del estelar Chris Carpenter, tienen marca de 2-1, efectividad de 2.33 y 19 ponches en 27 entradas en la Serie Mundial.

La Russa defiende a los animales y a las pelotas de cuero


Tony La Russa ama a los animales, a todos, y se nota. En su escritorio en el Busch Stadium hay una figura negra de perro que tiene más de 30 centímetros de alto con una pelota de béisbol en el hocico.
El piloto de los Cardenales de San Luis fundó un albergue para mascotas abandonadas. También es vegetariano por convicción ética.
La Russa tomó nota recientemente cuando la NBA adoptó un tipo nuevo de pelota, al sustituir la de piel por una de material sintético.
"No estoy seguro por qué lo hicieron", comentó esta semana. "Estoy seguro que no fue por los animales".
¿Pero que hay de las pelotas del béisbol de grandes ligas? Son fabricadas con cuero de vaca desde 1974; antes eran de piel de caballo.
"No están matando a las vacas para hacer bolas o guantes", respondió La Russa. "El cuero es un producto derivado".
"Yo preferiría que no mataran a los animales para hacer comida. Eso es lo que apoyo", señaló. "No voy más allá de esa primera polémica".
La firma Rawlings suministra 720.000 pelotas a las Grandes Ligas cada temporada. La compañía ha pensado en cubiertas sintéticas, pero no para ser usadas en las Grandes Ligas.
"Se usan a nivel juvenil o recreativo", dijo Scott Siebers, gerente de producción de pelotas de béisbol de Rawlings. "Es por razones de costo, es económico en el juego infantil".
"Se encuentran en el sector de las colecciones, donde las bolas no son hechas realmente para ser utilizadas en partidos. Estas tienen cubiertas típicas de vinilo. Tienen un tacto más parecido al plástico y son resbaladizas", comentó. "Pero ciertamente no las hemos considerado para el nivel de ligas mayores. No soportarían el rigor del uso en un partido".
Rawlings se convirtió en proveedor exclusivo de las ligas mayores en 1977.
"Nos enorgullece la consistencia, y el cuero de vaca funciona mejor", señaló Siebers.
28/10/2006 00:47

Defensor de animales La Russa toma nota sobre pelotas sintéticas


Tony La Russa ama a los animales, a todos; y se nota. En su escritorio en el Busch Stadium hay una estatua negra de más de 30 centímetros de alto de un perro con una pelota de béisbol en el hocico.
El manager de los Cardenales de San Luis fundó un albergue para mascotas abandonadas y sin hogar. El también es vegetariano debido a sus convicciones éticas.
La Russa tomó nota recientemente cuando la NBA cambió a una pelota nueva, abandonando la de piel por una de material sintético.
"No estoy seguro por qué lo hicieron", comentó esta semana. "Estoy seguro que no fue por los animales".
¿Pero que hay de las pelotas del béisbol de grandes ligas? Estas han sido fabricadas de cuero de vaca desde 1974; antes eran de piel de caballo.
"No están matando a las vacas para hacer bolas o guantes", respondió La Russa. "El cuero es un producto derivado.
"Yo preferiría que no mataran a los animales para hacer comida. Eso es lo que apoyo", señaló. "No voy más allá de ese primer argumento".
Rawlings suministra 720.000 pelotas a las grandes ligas cada temporada. La compañía ha pensado en cubiertas sintéticas, pero no para ser usadas en grandes ligas.
"Se ven a nivel juvenil o recreativo", dijo Scott Siebers, gerente de producción de pelotas de béisbol de Rawlings. "Es por razones de costo, es económico para niños.
"Se encuentran en la industria de coleccionables, donde las bolas no son hechas realmente para ser utilizadas en juegos. Estas tienen cubiertas típicas de vinil. Se sienten más como plástico y son resbaladizas", comentó. "Pero ciertamente no las hemos considerado para el nivel de ligas mayores. No soportarían el rigor del uso en un juego".
Rawlings se convirtió en proveedor exclusivo de las ligas mayores en 1977.
"Nos enorgullece la consistencia, y el cuero de vaca funciona mejor", señaló Siebers.
27/10/2006 20:28

Encarnación acusa dolencia en muñeca

Una dolencia en la muñeca izquierda sería la explicación de que el jardinero dominicano de los Cardenales Juan Encarnación haya quedado como suplente en los tres juegos de la Serie Mundial en San Luis.
Encarnación dijo que se lastimó la muñeca con un swing perdido hace "tres o cuatro" meses.
Bateó para .225 en el último mes de la temporada y .186 (8 hits en 43 turnos) en la postemporada. No fue titular el viernes con todo y que le dijo a su manager Tony La Russa que podía jugar, pese a que la dolencia seguía igual.
La Russa indicó que la lesión podría hacer necesario que Encarnación se opere durante el receso.
Pero el piloto señaló que podría ser titular ante pitchers zurdos en el caso que la serie se prolongue. Los Tigres tienen a lanzadores zurdos para los partidos seis y siete, Kenny Rogers y Nate Robertson.
El novato Chris Duncan, que batea del lado izquierdo, fue el titular de los dos últimos juegos, y So Taguchi, un derecho, lo hizo en los partidos tres y cinco.
"Que sea por el bienestar del equipo", dijo Encarnación. "No quiero ser una carga y hasta ahora no he estado en mi mejor forma".
Tras firmar un contrato de tres años y 15 millones de dólares como agente libre, Encarnación bateó para .222 en abril. Se recuperó y a mitad de temporada pasó a ser uno de los principales artilleros del equipo.
Encarnación dijo que se ausentó de dos citas médicas para determinar el diagnóstico de la lesión por temor de que el tratamiento le marginaría de los partidos. Aún no sabe lo que le espera tras el final de la serie.
"Tengo que esperar. Por ahora voy a jugar así un poco más de tiempo", declaró. "El dolor no se ha ido. No mejorará si juegas lesionado. Tengo que tener paciencia y estar listo para el próximo año".
27/10/2006 19:22