viernes, noviembre 16, 2007

Pergamino número diez



¿Qué hombre tiene tan poca fe que un un momento de gran desastre y de angustia no ha invocada a su Dios?
Mi vida no tiene que estar saturada de religión para reconocer este gran misterio de la naturaleza.
Todos los seres que andan por la Tierra,
incluso el hombre,
poseen el instinto de clamar pidiendo ayuda.
Nunca oraré pidiendo las cosas materiales de este mundo.
No pediré jamás que me otorgue oro,
o amor,
o buena salud,
o victorias mezquinas,
o la fama,
o el éxito,
o la felicidad.
Sólo oraré por directivas y orientaciones a fin de que se me señale el camino para adquirir estas cosas,
y mi oración será contestada siempre.


Aquí terminan los 10 pergaminos de "El vendedor más grande del mundo", de Og Mandino

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