Pujols y Polanco se debaten entre la amistad y un anillo
Ganen o pierdan en la Serie Mundial, Albert Pujols y Plácido Polanco acabarán contentos. Los dos dominicanos están en bandos diferentes, pero comparten una vieja amistad.
Cuando los Cardenales de San Luis, el equipo de Pujols, avanzó a la Serie Mundial, lo primero que hizo Polanco fue enviarle un mensaje de felicitaciones en su teléfono celular.
Y cuando Pujols llegó a Detroit, para los dos primeros partidos contra los Tigres, aprovechó para salir a cenar con Polanco.
"Somos como hermanos", dijo Polanco, el camarero de los Tigres al describir su amistad con Pujols, que data de la época cuando fueron compañeros con los Cardenales.
Polanco vio subir a Pujols a las mayores en 2001 y fue testigo privilegiado de la fenomenal irrupción del inicialista, el primer jugador en la historia en conectar más de 30 jonrones en sus primeras cuatro temporadas.
Pujols es el padrino de Ishmael, el hijo de Polanco que cumplirá tres años el próximo mes. Durante el receso de temporada, suelen quedarse en sus respectivas residencias.
Ahora, sin embargo, están enfrascados frente a frente en el Clásico de Otoño y ambos quieren salir victoriosos.
"Tengo a mi mejor amigo en el equipo rival. Uno de los dos le terminará mostrando al otro el anillo de campeón", afirmó Pujols.
"Yo quiero ganar y él también. Es una situación difícil. Si me toca perder, al menos me quedo con el consuelo de decir de que ganó Pujols", indicó Polanco.
La del 2006 ha sido quizás la temporada más gratificante de Polanco desde que debutó en las mayores en 1998.
En Detroit, equipo al que llegó a mitad de campaña el año pasado, Polanco ha logrado que su nombre no sean tan anónimo. Viene de ser seleccionado como el jugador más valioso de la serie de campeonato de la Liga Americana, en la que los Tigres barrieron en cuatro juegos a los Atléticos de Oakland.
Mientras Pujols se aburre de conectar jonrones al por mayor, Polanco es un bateador de contacto, que sólo en 2003 y 2004 superó los 10 vuelacercas.
Pese a ello, el piloto de los Tigres Jim Leyland lo tiene como tercero en el orden ofensivo.
"Me tiene ahí por algo. Yo seguiré haciendo bateando líneas. Leyland es un tipo muy inteligente, que sabe lo que hace y me siento muy afortunado de tenerlo como manager".
23/10/2006 16:05©2006 AP
Cuando los Cardenales de San Luis, el equipo de Pujols, avanzó a la Serie Mundial, lo primero que hizo Polanco fue enviarle un mensaje de felicitaciones en su teléfono celular.
Y cuando Pujols llegó a Detroit, para los dos primeros partidos contra los Tigres, aprovechó para salir a cenar con Polanco.
"Somos como hermanos", dijo Polanco, el camarero de los Tigres al describir su amistad con Pujols, que data de la época cuando fueron compañeros con los Cardenales.
Polanco vio subir a Pujols a las mayores en 2001 y fue testigo privilegiado de la fenomenal irrupción del inicialista, el primer jugador en la historia en conectar más de 30 jonrones en sus primeras cuatro temporadas.
Pujols es el padrino de Ishmael, el hijo de Polanco que cumplirá tres años el próximo mes. Durante el receso de temporada, suelen quedarse en sus respectivas residencias.
Ahora, sin embargo, están enfrascados frente a frente en el Clásico de Otoño y ambos quieren salir victoriosos.
"Tengo a mi mejor amigo en el equipo rival. Uno de los dos le terminará mostrando al otro el anillo de campeón", afirmó Pujols.
"Yo quiero ganar y él también. Es una situación difícil. Si me toca perder, al menos me quedo con el consuelo de decir de que ganó Pujols", indicó Polanco.
La del 2006 ha sido quizás la temporada más gratificante de Polanco desde que debutó en las mayores en 1998.
En Detroit, equipo al que llegó a mitad de campaña el año pasado, Polanco ha logrado que su nombre no sean tan anónimo. Viene de ser seleccionado como el jugador más valioso de la serie de campeonato de la Liga Americana, en la que los Tigres barrieron en cuatro juegos a los Atléticos de Oakland.
Mientras Pujols se aburre de conectar jonrones al por mayor, Polanco es un bateador de contacto, que sólo en 2003 y 2004 superó los 10 vuelacercas.
Pese a ello, el piloto de los Tigres Jim Leyland lo tiene como tercero en el orden ofensivo.
"Me tiene ahí por algo. Yo seguiré haciendo bateando líneas. Leyland es un tipo muy inteligente, que sabe lo que hace y me siento muy afortunado de tenerlo como manager".
23/10/2006 16:05©2006 AP
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