FALSAS PROMESAS
Muchas gracias CARLOS EFRAIN ORDOÑEZ CHINCHILLA por esta reflexion, espero que también al leerla se den cuenta de lo que hacemos con nuestras promesas
Un hombre perteneciente a una tribu pagana viajaba por el rio en una fragil embarcación, cuando fue sorprendido por una violenta tempestad, invoco a Dios, prometiendole una ofrenda de diez toros si le sacaba con vida de aquel peligtoso trance.
Cuando la tormenta se calmo, ya sin el ruido de los truenos y sin temor de los relampagos, le parecio que diez toros era mucho y decidio ofrecerle diez cabras.
Al desembarcar sin novedad y ya fuera de todo peligro, penso que era mejor dar diez pollos gordos en lugar de las cabras.
Al llegar a su casa y ver los hermanos pollos, penso que su Dios era compasivo y que bien se podria contentar con diez sabrosas nueces pues esa era la ofrenda que los pobres solian dar.
Pero sucedio que camino al templo tuvo hambre y se comio las nueces, y al ver las cascaras vacias penso que valian muy poca cosa para darlas como ofrenda y decidio mejor regresar a su casa.
Son así nuestras promesas cuantos de nuestros a veces planeamos grandes cambios en nuestra vida o tal vez lleguemos hasta a ofrecer privaciones a cambio de que se nos conceda un favor y cuantas veces pasada la dificultad que nos aflige o habiendo obtenido lo que deseamos ni siquiera recordamos que hicimos una promesa.
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